BLEU DE TERMIGNON

En los pastos alpinos de Termignon, a más de 2000 metros de altitud, solo cuatro pastores resisten al paso del tiempo. Aquí, las vacas Tarentaise y Abondance deambulan por el Parque Nacional de la Vanoise, disfrutando de hierbas y flores de alta montaña. De su leche cruda nace un queso único y escaso, donde el moho azul brota espontáneamente, sin penicillium añadido.

El Bleu de Termignon es una obra de paciencia y tradición. Se elabora mezclando cuajadas frescas y ácidas, prensadas a mano en moldes de pino cembro forrados con lino. Su pasta comienza siendo quebradiza y seca, pero durante el afinado se vuelve untuosa y ligeramente picante. Cada bocado es un viaje a la montaña: notas de hierba fresca, establo, avellanas tostadas y un toque de champiñón que le aporta una profundidad terrosa y elegante. Una pizca de sal remata el conjunto, como el sudor de los pastores que lo elaboran.

Este queso pide maridajes con carácter. Un Savagnin del Jura o un Amontillado potenciarán su intensidad rústica. Para los cerveceros, una ale oscura o una Gueuze belga serán el contrapunto perfecto.

El Bleu de Termignon es terroir en estado puro: salvaje, indomable y lleno de historia.