PECORINO CON TRUFA

Ya seas un fanático incondicional de las trufas, un cocinero ávido o un principiante en el mundo del queso, su sabor te llevará a nuevos niveles. Lo disfrutamos especialmente como ingrediente: rallado en huevos revueltos, desmenuzado en una patata al horno, esparcido sobre un filete a la parrilla o mezclado en un risotto de champiñones.

El Pecorino al Tartufo viene desde Cerdeña para deleitar tus sentidos con su complejidad y equilibrio.
Elaborado con leche de oveja pasteurizada y enriquecido con trufas negras, es una verdadera joya culinaria.

Una curiosidad sobre su nombre: "Pecorino" proviene de la palabra italiana "pecora", que significa oveja, reflejando así la importancia de la leche de oveja en su elaboración.
Aunque sus orígenes se remontan a la localidad de Moliterno, en Basilicata, hoy en día la mayor parte de la producción tiene lugar en la hermosa isla de Cerdeña.

En cuanto a su sabor, el Pecorino al Tartufo presenta una combinación de notas terrosas y herbáceas, características de la trufa negra, que se entrelazan con las suaves y dulces notas lácticas de la leche de oveja. La presencia de las trufas aporta una profundidad adicional al queso, con un pronunciado sabor umami que se desarrolla de manera armoniosa en el paladar. Su aroma es igualmente cautivador, con una intensidad aromática que evoca la tierra húmeda y los bosques donde se encuentran las trufas.
En cuanto al maridaje, el Pecorino al Tartufo marida maravillosamente con vinos tintos italianos de cuerpo medio a completo, como un Chianti Classico o un Barolo, que complementarán su riqueza y complejidad. También puede disfrutarse con una cerveza artesanal oscura o una cerveza negra, que resaltarán sus notas terrosas.